El líquido de frenos es utilizado para transferir la fuerza a presión y de esta manera amplificar la fuerza de frenado.

Cuando colocas tu pie en el freno, el líquido lo que hace es transferir la fuerza de tu pie al sistema para que tanto la parte delantera, como la parte trasera donde están los frenos, pueden frenar el carro.

¿Por qué pasa esto? Esto funciona porque los líquidos no son comprensibles. Estos líquidos de frenos deben tener ciertas características y cumplir con ciertos estándares de calidad para que funcionen de manera adecuada. 

Ten en cuenta que los líquidos de freno están sujetos a altas temperaturas principalmente en los discos. Cuando el auto va andando lleva una energía que al frenar es transformada en calor. Ese calor es absorbido principalmente por el disco del freno pero también hay una parte que es absorbida por la pastilla y por el circuito de frenos. 

Es por lo anterior que una de las características importantes de un líquido de frenos es su capacidad de tener un punto de ebullición alto, para evitar que se evapore. La evaporación como tal es un problema, ya que el vapor es muchísimo más comprensible que un líquido y por consiguiente no permite transmitir la fuerza hidráulica que se necesita para poder frenar el auto. 

Para que entiendas un poco mejor, te explicaré de manera corta lo que es la comprensión. Simplemente es la capacidad que tiene un cuerpo de cambiar su volumen a medida que a este se le aplica presión. A un gas si se le aplica presión es mucho más fácil de comprimir que un líquido que está en un recipiente cerrado, debido a que sus moléculas están mas dispersas.

Una de las cosas que debes saber con respecto a los líquidos de freno es que estos son muy higroscópicos. ¿Qué significa esto? que tiene la capacidad de absorber humedad de la atmósfera. Esto es importante porque ha medida que van absorbiendo más humedad se hacen más sensibles a su punto de ebullición, por consiguiente comienzan a degradarse.

Un líquido de frenos degradado más o menos está haciendo ebullición a los 140 grados centígrados y este es un problema que es muchísimo más agresivo en climas húmedos. 

Por esto siempre debes estar pendiente de su estado y revisarlo aunque sea una vez al año. A la hora de reemplazarlo asegúrate de utilizar el que recomienda tu fabricante de carro. Contáctanos o visítanos y con gusto te asesoraremos.